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APALABRADOS

Conceptos Teóricos

GÉNERO LÍRICO

     La palabra poeta proviene, etimológicamente, del griego poiein, que designa la fabricación de objetos. Poeta, por lo tanto, era el hacedor, el fabricante. Hasta el siglo XIV, a quien “hacía” poesía se lo llamaba cantor divino, vate, aeda, trovador, juglar…

En su Poética, el filósofo Aristóteles determina dos conceptos esenciales para la existencia de la poesía:

     “Descubrimos dos causas en el origen de toda poesía, y ambas son debidas a nuestra naturaleza. La tendencia a la imitación es instintiva en el hombre desde su infancia. Es mediante la imitación como adquiere sus primeras nociones, por ella experimenta todo el placer (...) Como la tendencia a la imitación nos es propia, así como el gusto por la armonía y el ritmo, en un principio los hombres más dotados por la naturaleza para tales ejercicios hicieron surgir poco a poco la poesía con sus improvisaciones.”

 

     Desde Aristóteles a nuestros días, esta doble caracterización de la poesía se mantiene vigente. La poesía es imitación, es decir, mimesis, y ritmo.

 

Algunos recursos poéticos

    a)  Las palabras y construcciones que impresionan nuestra imaginación provocando algún tipo de representación mental son las imágenes. Las imágenes pueden estar referidas a diferentes sensaciones, sentimientos o estados de ánimo.

-  Si originan sensaciones percibidas mediante los sentidos- vista, tacto, gusto, olfato, oído-, se trata de imágenes sensoriales.

 

                              táctil                Oh, piedra dura, miserable piedra

                              visual               por entre las sombras verdes

 

-  Si impresionan los sentimientos, son afectivas o anímicas.

 

                             Una canción nostálgica de odios y de penas…

 

Las imágenes pueden mezclar estímulos dirigidos a dos o más sentidos a la vez, o a un sentido y al ánimo. Este entrecruzamiento de sensaciones produce un tipo de imagen especial llamado sinestesia.

En el sopor azul e hirviente de la siesta…

                  vista     tacto

 

b) La comparación

Es una figura literaria que se caracteriza por establecer una relación de semejanza entre un elemento real (A), presente en la enunciación, y otro elemento evocado (B) , que se propone como término de comparación. Para vincular ambos elementos (A y B) se emplean diferentes expresiones que actúan como nexos comparativo: parecido a – semejante a -  parece- semeja- como- cual

 

 

   ( nexo )     parece un trueno de oro     elemento evocado (B)

                 tu nombre, de tan sonoro(…)

                  elemento real (A)

 

Hacia los cuatro puntos cardinales

Se han desplegado como banderas las calles…

                                Jorge Luis Borges

                                     Las calles

Es importante tener en cuenta que en la comparación ambos elementos (real y evocado) conservan su identidad.

 

C) La metáfora

Figura que relaciona dos términos que tienen ( o a los que el poeta atribuye) alguna semejanza, y reemplaza a uno por otro. En la metáfora hay una comparación implícita, un traslado de significados.

Hay dos clases de metáfora: pura e impura.

-. Cuando aparecen mencionados los dos elementos que se relacionan (real y evocado), la metáfora es impura.

                                  Palmera la más alta de aquel cielo

                                  y conventillo de gorriones.

 

                                                           Jorge Luis Borges

                                                          Curso de los recuerdos 

-. Cuando sólo aparece el elemento evocado,  (en reemplazo del elemento real), la metáfora es pura.

                                                   _ ¡Soledad, qué pena tienes!

                                                   ¡Qué pena tan lastimosa!

                                                   Lloras zumo de limón

                                                    agrio de espera y de boca.  

                                                                          Federico García Lorca

d) La personificación

Consiste en atribuir atributos o acciones propias de las personas a seres,  objetos o ideas abstractas.

                                        El bosque se duerme y sueña,

                                                     El río no duerme, canta

                                                                          Conrado Nalé Roxlo

                                                                          Nocturno                     

                  

                                                   

PROCEDIMIENTOS SINTÁCTICOS

Para reconocer Objeto indirecto


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Para reconocer Complemento Agente



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Para reconocer Objeto directo


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¿JUNTAS O SEPARADAS?

 DIPTONGO: Es el conjunto de dos vocales que se pronuncian en una misma sílaba. Pueden ser:

ð     Dos vocales cerradas ( i, u ).

Si la palabra está acentuada, la tilde se colocará sobre la segunda vocal. Ejemplo: cuídate.

ð     Una cerrada átona y otra abierta átona o tónica (a, e, o) o al revés.

Si la palabra está acentuada, la tilde se colocará siempre sobre la vocal abierta. Ejemplo: después.


TRIPTONGO: Es el conjunto de tres vocales consecutivas que se pronuncian en una misma sílaba.

ð     Una vocal abierta (a, e) precedida y seguida de dos vocales cerradas (i, u).

Ejemplo: buey.

En caso de llevar tilde, los triptongos la llevarán siempre sobre la vocal abierta. Ejemplo: estudiáis.


HIATO: Es la agrupación, en una palabra, de dos vocales que pertenecen a sílabas distintas.

Podemos ver 3 casos:

ð     Puede tratarse de dos vocales iguales. Ejemplo: Saavedra, chiíta.

ð     De una vocal abierta (a, e, o) más vocal abierta distintas. Ejemplo: caen, ahogo.

ð     De una vocal abierta átona más vocal cerrada tónica o viceversa. Ejemplo: caímos, aúllan.

Sólo en este último caso TODAS LAS PALABRAS van acentuadas siempre. En los otros dos, será lo que marquen las reglas generales de la acentuación (agudas, graves y esdrújulas).

Además la h intercalada entre dos vocales no implica que éstas formen  hiato. Ejemplo: ahu / mar. 

EL ROMANTICISMO

 

El nacimiento de una nueva concepción

A comienzos del siglo XIX, se conoce en Europa –más específicamente en Alemania, que es donde surge- un nuevo movimiento literario, detrás del cual existió una verdadera revolución cultural. En rigor, tanto en Alemania como en Inglaterra, ya en la última década del siglo XVIII puede hablarse de Romanticismo. Sólo que la explosión, por así decirlo, llega al resto de los pueblos europeos, extendiéndose también por América, en la centuria siguiente, de la que abarcará la mitad (se considera que el Romanticismo europeo  comprende, aproximadamente, las cinco primeras décadas del siglo XIX).

La reacción romántica surgió como una reacción contra el Neoclasicismo.

Desde el punto de vista histórico y filosófico, el Romanticismo no es un proceso fácil de explicar. Se trata de una concepción de vida que quizá tenga alguna de sus raíces en una especie de estado colectivo que predominó en Europa luego del imperio napoleónico. Ante el avasallamiento de un mundo en crisis, donde la tendencia absolutista aún se mantenía en pie, el ideal de libertad se tornaba cada vez más necesario pero también más etéreo. Acaso el ideario de la Revolución Francesa debía consolidarse a través de la sensibilidad de los hombres y no del intelectualismo razonador.

Sea como fuere, el pensamiento romántico tiene mucho de nostalgia y de paraíso perdido, en el que juegan un rol fundamental el ensueño y la melancolía. En otras palabras, es como si el romántico descreyera deliberadamente de la realidad para adentrarse en un universo de ilusiones.

Características del Romanticismo

 v Exaltación del “yo”

v Revalorización de los sentimientos.

v Triunfo del sentimiento sobre la razón.

v Deseos de originalidad.

v Individualismos, manifestado -sobre todo- en la creación artística.

v Búsqueda de libertad.

v Tendencia a la melancolía, la neurosis o el suicidio.

v Evasión de la realidad.

v Bohemia del artista.

v Gusto por la soledad, la noche, la muerte y lo misterioso.

v Importancia de la naturaleza.

v Nacionalismo y exotismo.

v Importancia e idealización de la figura femenina.

v Temas principales: la libertad, la muerte, el amor, las pasiones.

 

PARA OLVIDADIZOS

Sí, sí. Ya sé que en los diarios, revistas ¡y hasta en los libros! las palabras aparecen separadas de cualquier modo. Pero ustedes no lo hagan. ¡Porfi!

¿Cómo separar en sílabas correctamente?

1. consonante entre vocales :    ca-sa, a-ba-ni-co
2. dígrafo entre vocales:    ha-cha, ca-rro, ha-lló
3. grupo consonántico que contiene / l / o / r / excepto en combinación con s, r, t: ha-bla,  a-gra-da

4.otros grupos consonánticos, entre las consonantes: es-la-bón, ac-to, Is-ra-el
5. entre la 1ª y la 2ª consonante en grupos de 3: mez-cla, es-truc-tu-ra; excepción:  cons-tan-cia
6. entre la 2ª y la 3ª consonante en grupos de 4:     trans-plan-tar
7. entre prefijos y raíz : Hay dos posibilidades:
    a) se considera el prefijo como unidad : des-a-tar, sub-le-var, en-al-te-cer

    b) se sigue la regla corriente: de-sa-tar, su-ble-var, e-nal-te-cer    
8. entre vocales prosódicas: Ra-fa-el, ca-e-mos, le-í, pe-ón, ma-íz, ba-úl, con-ti-nú-a, ha-cí-a
9. Los diptongos y triptongos no se dividen.
    au-tor, deu-da, fui-mos, ciu-dad, cui-da-do, puer-to, es-tu-dia, cuan-do, tie-ne, ha-cia

La ironía y la parodia en El fantasma de Canterville.

     Oscar Wilde adopta una postura rebelde e inconformista con respecto al entorno intelectual de la Inglaterra victoriana. Así es que elige, para su oficio de escritor –y también para su vida personal- el recurso de la ironía.

     La ironía es un tipo de burla o chiste disfrazado de lenguaje serio y formal.

     La tendencia a la ironía, típica en Wilde, aparece en El fantasma de Canterville desde el principio y se hace evidente a lo largo de toda la narración, en especial en boca de la familia Otis, compuesta por personajes estadounidenses que sintetizan la crítica de Oscar Wilde al imperio inglés del fin de siglo XIX.

     Por otra parte, Wilde imita burlonamente los elementos propios de un género literario muy popular en Inglaterra durante el siglo XIX: la novela gótica. Las obras que se agrupan con esta clasificación nos introducen en un mundo oscuro, y siniestro, donde abundan los fantasmas, castillos, muertos que reaparecen, amas de llaves amenazadoras. Todos estos elementos surgen como expresión de lo demoníaco y lo irracional en medio de los ideales de  armonía clásica, decoro público, industrialización y urbanismo de la época.

     El autor toma algunos ingredientes de la novela gótica, por ejemplo, la ambientación. En este caso, la historia se desarrolla en un castillo construido en la época medieval, oscuro, con habitaciones alejadas unas de otras, muebles imponentes y tapicerías misteriosas. La presencia de puertas disimuladas, altillos o sótanos deshabitados permite la irrupción de lo desconocido o espectral en la vida cotidiana.

     Al llegar a Canterville, la familia Otis es recibida por un cambio climático. Se produce, así, la entrada en un mundo “distinto”, y cada vez que haga su aparición el fantasma en el horario nocturno, la luna se verá culta detrás de las nubes, el viento se colará por las ventanas, crujirán los muebles y puertas, o los truenos y relámpagos provocarán sobresaltos. Incluso, cuando Virginia, la bella hija del matrimonio Otis, acompaña al fantasma en su último viaje, debe internarse a través de un friso que conduce a una negra caverna. La entrada está flanqueada por tallas horribles de animales con colas de lagarto y ojos saltones, un viento frío y áspero absorbe a la muchacha y esta se sumerge en el reino de lo oscuro, de la muerte, de lo inexplicable.

     Estos elementos tradicionalmente siniestros son transformados por Wilde en ridículos, para burlarse de ellos o –simplemente- para desvalorizarlos, y así quitarles poder. En esto consiste la parodia, en la versión ridiculizada o cómica de un género serio para tornarlo en algo inofensivo y controlable. Por eso el fantasma de Wilde no nos asusta: perdió su poder esencial porque es la versión desmitificada de un fantasma tradicional

 

Fuente: Puertas de acceso a El fantasma de Canterville. Cántaro editores.

Literatura de terror gótico

La literatura gótica es un género literario relacionado estrechamente con el de terror.

El adjetivo gótico deriva de que gran parte de estas historias trascurren en castillos y monasterios medievales. En sentido estricto, el terror gótico fue una moda literaria, fundamentalmente anglosajona, que se extendió desde finales del siglo XVIII hasta finales del siglo XIX, como reacción al Racionalismo.

El movimiento gótico surge en Inglaterra a finales del siglo XVIII. Las narrativas góticas abundan entre 1765 y 1820, con los elementos que nos son conocidos: cementerios, páramos y castillos tenebrosos llenos de misterio, villanos infernales, hombres lobo, vampiros, doppelgänger (transmutadores, o doble personalidad) y demonios, etc..

Los ingredientes de este subgénero son castillos embrujados, criptas, fantasmas o monstruos, así como las tormentas y tempestades, la nocturnidad y el simple detalle truculento, todo ello surgido muchas veces de leyendas populares. La obra fundadora del gótico es El castillo de Otranto, de Horace Walpole (1765). Otras obras claves de esta corriente son Los misterios de Udolfo (1794), de Ann Radcliffe, El monje, de Matthew Lewis, publicada en 1796, Melmoth el errabundo (1820), de Charles Robert Maturin y Manuscrito encontrado en Zaragoza de Jan Potocki. El Romanticismo exploró esta literatura, casi siempre inspiradora de sentimientos morbosos y angustiantes, que alcanzó su máximo esplendor en el siglo XIX.

En los relatos góticos se advierte un amor por lo decadente y ruinoso. La depresión profunda, la angustia, la soledad, el amor enfermizo, aparecen en estos textos vinculados con lo oculto y lo sobrenatural. Algunos autores sostienen que el gótico ha sido el padre del género de terror.

A fines del siglo XIX, Oscar Wilde tomó este subgénero con humor en su relato El fantasma de Canterville.

Características de la literatura gótica

Dentro de las características del movimiento gótico se encuentran:

  • El autor crea un marco o escenario sobrenatural capaz, muchas veces por sí mismo, de suscitar sentimientos de misterio o terror.
  • En relación con lo anterior, importancia del escenario arquitectónico, que sirve para enriquecer la trama; las sombras y contornos de luz delimitan espacios y recrean sentimientos melancólicos.
  • Exaltación de la relación entre terror y éxtasis.
  • Exaltación de la muerte, la decadencia, los abismos, las tinieblas etc.
  • Referencias a la locura, lo irracional, la bestialidad y demás características inhumanas o sobrenaturales.
  • Clara polarización entre el Bien y el Mal, este último a menudo interpretado por un personaje que hará las veces de villano.

Fuente: Wikipedia

REALISMO MÁGICO

El término fue inicialmente utilizado por el crítico artístico alemán Franz Roh para describir una pintura que demostraba una realidad alterada, pero fue utilizado más tarde por el venezolano Arturo Uslar Petri para describir el trabajo de ciertos escritores latinoamericanos (Asturias, García  Márquez, Rulfo, entre otros).

El Realismo Mágico se desarrolló muy fuertemente en las décadas del ’60 y del ’70, producto de las discrepancias entre dos visiones que convivían en Hispanoamérica en ese momento: la cultura de la tecnología y la de la superstición. Además, surgió como modo de reaccionar mediante la palabra a los regímenes dictatoriales de la época. 

En el Realismo Mágico, hay una preocupación estilística y un interés por mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común.

Algunos aspectos destacables

  • Contenido de elementos mágicos/ fantásticos -nunca explicados-, percibidos por los personajes como parte de la "normalidad".
  • Tiempo cíclico, no lineal.
  • Hay hechos de la realidad cotidiana combinados con el mundo irreal, fantástico del autor, con un final inesperado o ambiguo.
  • Escenarios americanos, en su mayoría, ubicados en los niveles más duros y crudos de la pobreza y la marginalidad social, espacios donde la concepción mágica, mítica, aún es vida real. 
  • Los personajes suelen tener viajes no de tipo físico sino que cambian de espacios y tiempos desde sus pensamientos y sus estados oníricos. 

Generación literaria

Una Generación literaria es un grupo de escritores, vinculados por una serie de ideologías y de estilos en un margen determinado de tiempo (aproximadamente, quince años).

Para que una generación literaria sea reconocida como tal, deben cumplirse una serie de premisas:

1.        Proximidad entre los años de nacimiento (aproximadamente quince).

2.        Formación intelectual semejante.

3.        Convivencia personal.

4.        Un hecho generacional que les obliga a reaccionar; por ejemplo, en la Generación del 98 todos reaccionaron con el llamado Desastre del 98.

5.        Empleo peculiar del idioma, claramente diferenciados respecto a los de la generación precedente.

6.        Anquilosamiento de la anterior generación.

 

UN TAL JULIO CORTÁZAR

   Hablar de Julio Cortázar es hablar de juego, de libertad. Libertad para violentar las normas establecidas de la escritura y la estructura narrativas, para reemplazar el orden convencional del relato por  un orden que tiene la apariencia del desorden, para revolucionar el punto de vista del narrador, el tiempo narrativo, la psicología de los personajes, la organización espacial de la historia, su ilación.

Cortázar se propone, con su escritura, problematizar nuestra fácil seguridad de seres instalados, desacomodarnos. Nos "vacuna" del horror a lo distinto.

En muchos textos de Cortázar, la burla, la broma, el ilusionismo, están a menudo presentes, hasta llegar al absurdo. Amaba la literatura fantástica y la conocía al dedillo; así fue como escribió maravillosos relatos de ese tipo en los que ocurren hechos extraordinarios como, por ejemplo, la imposible mudanza de un hombre en un animal acuático, en Axolotl.

En el mundo cortazariano, la realidad comienza a resquebrajarse y a ceder a unas presiones recónditas, que la empujan hacia lo prodigioso, pero sin precipitarla de lleno en él, manteniéndola en una suerte de intermedio, tenso y desconcertante territorio en el que lo real y lo fantástico se solapan sin integrarse. Los cuentos tienen una solución ambigua, es decir, pueden ser igualmente interpretados como realistas o fantásticos, pues lo extraordinario en ellos es, tal vez fantasía de los personajes o, tal vez, milagro.

Cortázar era una especie de vidente que detectaba lo insólito en lo sólito, lo absurdo en lo lógico, la excepción en la regla y lo prodigioso en lo banal.

Su estilo

 Cortázar tiene un estilo de escritura que finge la oralidad, la soltura fluyente del habla cotidiana, la expresión espontánea del hombre común. Ese estilo llano y sin rebuscamientos es lo que da verosimilitud a sus textos. Es por eso que los mejores textos de Cortázar parecen hablados.

Entre los recursos narrativos más utilizados por Cortázar, podemos destacar:

  • quiebre de la cronología narrativa.
  • multiplicidad de espacios; humor e ironía.
  • un narrador protagonista, más frecuente que el narrador omnisciente. Este cambio de punto de vista de los acontecimientos narrados provoca una nueva y particular visión de los hechos, relatados desde la persona que los está viviendo y no desde afuera. A veces se emplean, también, varios narradores en un texto; así, un mismo suceso es relatado desde distintos puntos de vista.
  • incorporación de lo fantástico, de elementos inexplicables y absurdos que proyectan el texto más allá de la comprensión racional, lo que provoca incertidumbre.
  • El "extrañamiento": Se trata de instaurar bajo una nueva óptica lo que para el lector es una situación sin sorpresas, volviéndola sorprendente. Por ej. en "Instrucciones para subir una escalera", el cuidado por explicar lo que no necesita ser explicado, y el lenguaje de instructivo que se enreda en sí mismo con sus pretendidos esclarecimientos, convierte un acto simple en una actividad tremendamente problemática. Pero lo que es extraño e inusitado para el lector puede llegar a vivirse como lo obvio para el personaje. El sometimiento de los hombres- objetos, que no tienen conciencia de serlo, a un orden tecnocrático, y de opresores y oprimidos, se traduce en el lenguaje impasible de muchos relatos en primera persona. En ellos se desconocen hasta los signos de exclamación. El relator de "Casa Tomada" da cuenta de su invasión y su total despojamiento con la misma naturalidad, sin alarmas, con que el vomitador de conejitos describe la inusitada experiencia que lo lleva al desenlace en "Carta a una señorita de París". De "Casa tomada" se han hecho infinitas y hasta descabelladas interpretaciones, cuando lo que verdaderamente importa en la anónima invasión de la casa es, precisamente, lo indeterminado de esa invasión, el acatamiento de los invadidos a esa Presencia que ellos mismos no son capaces de desentrañar porque ni siquiera se lo proponen.
  • Concepción del personaje como doble: Quizá cada uno no sea sólo cada uno sino la faceta de un poliedro que lo incluye, y cuyas otras caras lo reclaman y tiran de él, a sabiendas o no. Por ejemplo, "Axolotl" el la identificación gradual del hombre y el animal, hasta que el "yo" de uno se instala en el otro sin dejar, no obstante, de ser él mismo. Esta concepción del "doble" en Cortázar no tiene nada que ver con el conflicto psicológico de la personalidad internamente dividida, sino que se trata de un acceso a la contracara de sí mismo y de la cual, a la vez, uno mismo es la contracara: ninguno de los dos es subsidiario del otro. No hay un "yo" auténtico y otro falso: los dos conforman una unidad mayor que los engloba. Esta situación, elevada a la enésima se da en el personaje múltiple; el protagonista de "Una flor amarilla" se descubre eslabón de una serie infinita de reencarnaciones, que lo condena de ese modo a una especie de inmortalidad cíclica: "Lo peor era que Luc moriría a su vez y otro hombre repetiría la figura de Luc y su propia figura, hasta morir para que otro hombre entrara a su vez en la rueda...". "La noche boca arriba" queda francamente sin solución; acaso presentimos que ambas historias son reales, y que ambas se sueñan mutuamente a gran distancia de tiempo y espacio; o, acaso, que todo haya consistido en cuestionar la realidad de las dos situaciones, haciéndolas, ambas ambiguas y problemáticas, con igual posibilidad de ocurrencia. El narrador básico no da una explicación definitiva, quizá porque no la tiene.