¿HABLO YO O PASA UN CARRO?
Queridos pimpollos:
Sé que están hasta acá de oír mi voz como música de fondo (como la de su mamá cuando les dice: "Ordená tu cuarto"; "Abrigate que hace frío" y otras frases por el estilo) y que me ven hasta en la sopa, lo que les produce empachopapeítis aguda; pero voy a insistir UNA VEZ MÁS -¿y qué?- en mi sugerencia de que asistan a clases de apoyo. Y no sólo de Lengua y Literatura ¿eh? Los profes estamos ahí para ayudarlos a organizarse y a encontrarle la vuelta a aquello que les resulta más complicado.
Claro que para que las clases sean provechosas se necesita un compromiso de ambas partes, ustedes y nosotros.
Recuerden que pueden concurrir tanto para reforzar temas con vista a las últimas evaluaciones como para ir preparando los exámenes pendientes.
Sé que les da fiaca agregar más horarios a su rutina; pero nadie puede hacerles su trabajo. Alguna vez tendrá que ser. Alguna vez tendrán que tomar el toro por las astas ( o el libro por las tapas) y empezar a estudiar. ¿Qué tal si empiezan hoy mismo?
Los esperamos
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