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APALABRADOS

Taller de teatro

¡Hola! ¿Vamos preparándonos para el taller de teatro de 1° año? Les acerco un texto breve para ir calentando los motores. ¡Que lo disfruten!

                                                                                                   Nora

Mucho ruido y poco comido, Adela Basch

Marta y Luis tratan en vano de iniciar un almuerzo continuamente interrumpido por teléfonos, timbres, un vecino y un vendedor.

ACTO ÚNICO

PERSONAJES: MARTA, LUIS, JOSÉ, DIEGO

(La escena transcurre en el interior de una casa.)

MARTA: Luis, por favor, me dirías…

LUIS: Sí, cómo no, ¿qué querés que mida?

MARTA: No quiero que midas nada. Te preguntaba si me dirías la hora.

LUIS: ¿Para qué voy a medir la hora? Yo sé que una hora tiene sesenta minutos.

MARTA: Te pregunté si me podrías decir qué hora es.

LUIS: Ah, claro. Son las dos y media.

MARTA: ¡Qué tarde! Y todavía no almorzamos. Vení, vamos a poner la mesa.

LUIS: ¿Adónde querés que la pongamos? A mí me parece que ahí está bien.

MARTA: Lo que digo es que pongamos el mantel, los platos, los cubiertos y lo que necesitamos para comer.

LUIS: Sí, dale. Tengo ganas de sentarme a almorzar.

(Suena el timbre.)

MARTA: (Levanta la mirilla de la puerta.) ¿Quién es?

JOSÉ: Soy yo, José, el vecino de enfrente. Me acabo de mudar y quería presentarme.

LUIS: (Abre la puerta.) Mucho gusto. Mire, en este momento estamos ocupados, ¿por qué no nos llama por teléfono más tarde y se viene a tomar un café?

JOSÉ: Cómo no. Pero no tengo su teléfono, ¿me lo puede dar, por favor?

LUIS: Pero… si le doy el teléfono acá nos quedamos sin aparato y entonces no nos va a poder llamar.

JOSÉ: No hace falta que me dé su aparato de teléfono. Lo que le pido es el número.

LUIS: ¿El número? Ah, sí cómo no. (Lo anota en un papel.) Tome.

MARTA: Llámenos más tarde.

JOSÉ: Cómo no. (Marta le abre la puerta, José sale y la puerta se cierra.)

MARTA: Bueno, pongamos la mesa de una vez. (Suena el teléfono. Marta atiende.) Hola.

JOSÉ: (Se escucha su voz por el teléfono.) Soy José, el vecino de enfrente. Quería confirmar que el número de teléfono esté bien. Bueno, más tarde vuelvo a llamar. Hasta luego.

MARTA: Hasta luego.

LUIS: Vení, vamos a poner la mesa. (Se escucha una sirena.)

MARTA: ¡Uy! ¡Una sirena! Vení, Luis, vamos a la ventana a ver qué pasa. (Abre la ventana.)

LUIS: ¿A la ventana? Siempre creí que las sirenas vivían en el mar.

MARTA: Sí, pero ésta es la sirena de un carro de bomberos. Escuchá. (Se escucha el sonido de la sirena, muy fuerte.)

LUIS: Me aturde. Cerrá la ventana, por favor. (Marta cierra la ventana.) Dale, pongamos la mesa que quiero comer.

(Suena el timbre.)

MARTA: ¡Ya va! Luis, abrí la puerta por favor. Debe ser otra vez el vecino.

(Luis abre la puerta. Del otro lado está Diego, un vendedor.)

DIEGO: Hola, si me permiten un segundo, yo vendo…

LUIS: ¿Usted venda? Acá no hay ningún herido, no necesitamos que vende a nadie.

DIEGO: No, vendo, digo, sí vendo. Vendo radios a pilas con muy buen sonido. Escuche. (Diego enciende una radio muy pequeña y se oye música de vals.) Vea qué buen sonido.

LUIS: Sí, el sonido es muy bueno, pero yo prefiero escuchar rock.

DIEGO: Con esta radio puede escuchar lo que quiera. (Mueve el dial y se escucha rock.)

MARTA: A mí me gusta escuchar chamamé. (Diego mueve el dial y se escucha chamamé.)

DIEGO: Pueden escuchar lo que quieran. Y es muy barata.

MARTA: ¿Qué sale?

DIEGO: Sale de todo, noticias, programas sobre la actualidad, tango, folclore, rock, música clásica, salsa…

LUIS: ¿Salsa? Yo la salsa la prefiero sobre los tallarines. Y eso me recuerda que todavía no almorzamos.

MARTA: Cuando le pregunté qué sale me refería a cuánto cuesta la radio.

DIEGO: No es cara.

LUIS: Claro que no es una cara, es una radio.

DIEGO: Cuesta sólo diez pesos.

MARTA: ¿Qué te parece, Luis, la compramos?

LUIS: Bueno, dale, así ponemos la mesa. (Toma la billetera y le da diez pesos a Diego.)

DIEGO: Gracias. La van a disfrutar mucho.

MARTA: (Abre la puerta.) Espero que sí. Buenas tardes.

DIEGO: Buenas tardes. (Se cierra la puerta.)

LUIS: Vayamos a poner la mesa. (Suena el teléfono. Luis atiende.) Hola.

JOSÉ: (Se escucha su voz por el teléfono.) Soy José, el vecino de enfrente. Quería saber si puedo pasar ahora a tomar un café.

LUIS: No, todavía no. Llame más tarde, por favor.

JOSÉ: Cómo no. Hasta luego.

LUIS: Hasta luego.

MARTA: Si seguimos así, va a ser hora de la cena y todavía no almorzamos. ¡Ya sé! Desconectemos por un rato el timbre y el teléfono y así almorzamos tranquilos. Vamos a poner la mesa. Pero… decime, ¿vos preparaste la comida?

LUIS: ¿La comida? No, hoy te tocaba a vos.

MARTA: Pensé que hoy la hacías vos.

LUIS: Y yo creí que la hacías vos.

MARTA: Bueno, entonces no desconectemos nada, total, hasta que la comida esté lista…

LUIS: Bueno, ¿y quién la prepara?

(Suenan al mismo tiempo el timbre y el teléfono.)

MARTA: Por ahora, nadie. Vos atendé el timbre y yo me ocupo del teléfono.

TELÓN O APAGÓN

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